Lo que comemos ejerce una gran influencia en nuestra salud mental. Un estudio demuestra que una intervención alimentaria puede reducir significativamente los síntomas de la depresión entre moderada y severa. En un tercio de los participantes en el grupo de intervención hubo incluso remisión.
Por investigaciones observacionales hace tiempo que se sabe que la alimentación es un factor de riesgo en el desarrollo de la depresión. Los alimentos que se asocian a una mayor probabilidad de padecer este trastorno son, entre otros, los productos procesados industrialmente y ricos en azúcar.
A la inversa, una dieta variada y en su mayor parte vegetal está asociada a una menor probabilidad de sufrirlo. Se trata, por ejemplo, de verduras, frutas, frutos secos y proteínas magras procedentes del pescado. Investigadores de la universidad de Melbourne (Australia) pusieron a prueba estos conceptos procedentes de estudios observacionales por medio de un ensayo aleatorizado.
En el llamado estudio SMILES participaron 67 pacientes con depresión de moderada a severa. De ellos, 31 tuvieron el acompañamiento dietético de un dietista clínico y 25 solo recibieron acompañamiento social. El acompañamiento dietético consistió en asesoramiento dietético, charlas motivacionales, establecimiento de objetivos y alimentación consciente (mindfulness).
Ambos grupos asistieron a siete sesiones mientras continuaba el tratamiento farmacológico/psicoterapéutico ya iniciado. Antes del estudio y pasadas doce semanas se registraron las puntuaciones en la escala de evaluación de la depresión Montgomery-Åsberg (MADRS). Algunos de los resultados obtenidos fueron espectaculares.
Tras la intervención, el grupo que recibió acompañamiento dietético mostraba mejorías en el MADRS significativamente mayores que el grupo que solo tuvo acompañamiento social. Para comprender la medida de esta mejora, observemos primero las puntuaciones posibles del MADRS.
Puntos Grado de depresión
0-6 Normal, sin síntomas
7-19 Depresión leve
20-34 Depresión moderada
>34 Depresión severa
Antes del comienzo del estudio, las personas del grupo con acompañamiento dietético obtuvieron una puntuación media de 26, que indica depresión moderada. Doce semanas después, la puntuación fue de menos de 15, es decir, depresión leve. En el grupo que solo tuvo acompañamiento social, la media al principio del estudio era de aproximadamente 25. Tras doce semanas de acompañamiento social, la puntuación fue de 20. En estas dos últimas puntuaciones se advierte una mejora (-5 puntos), pero no tan fuerte como la del acompañamiento dietético (-10 puntos). Por tanto, el efecto favorable de una intervención alimentaria es aproximadamente el doble que el de solo un acompañamiento social.
También es espectacular el hecho de que el 32,2% de los participantes del grupo con acompañamiento dietético entrase en remisión. Esto significa que al final este grupo obtuvo menos de 10 puntos en el MADRS. También hubo remisión en algunas de las personas que solo recibieron acompañamiento social. Eso sí, el porcentaje en este grupo fue mucho más bajo: "solo" el 8%.
Según los investigadores, es evidente que las intervenciones dietéticas funcionan mejor que solo el acompañamiento social. "Nuestros resultados demuestran que mejorar la alimentación es una forma de tratamiento eficaz y accesible para esta enfermedad mental tan frecuente".
¿Pero y qué es lo que comieron exactamente? ¿Y cómo podemos sacar provecho de esta información en nuestras consultas?
Los participantes siguieron la llamada dieta ModiMed, que consistía en intentar aumentar el consumo de los siguientes doce grupos de alimentos y, al mismo tiempo, reducir el consumo de comida de riesgo, como dulces, cereales refinados, fritos, aperitivos, comida preparada y bebidas dulces. La fidelidad terapéutica fue descrita por los científicos de "llamativamente alta".
Alimento |
Raciones al día |
Cereales integrales |
5-8 al día |
Verduras |
6 al día |
Fruta |
3 al día |
Legumbres |
3-4 a la semana |
Productos lácteos desnatados |
2-3 al día |
Frutos secos sin sal |
1 al día |
Pescado |
Mínimo 2 a la semana |
Carne roja magra |
3-4 a la semana |
Pollo |
2-3 a la semana |
Huevos |
Hasta 6 a la semana |
Aceite de oliva |
3 cucharadas al día |
La dieta ModiMed no se ajusta del todo al principio de la paleodieta. Los cereales integrales, las legumbres, la carne roja y los productos lácteos son poco deseables.
Los investigadores dicen que hay muchas rutas en las que la alimentación puede tener un efecto beneficioso sobre los síntomas depresivos. A este respecto, mencionan las rutas de la inflamación y la oxidación, el efecto de la alimentación en la plasticidad del cerebro y el efecto sobre la flora intestinal.
"Todas estas rutas están implicadas en la depresión y se ven influenciadas por la calidad de la alimentación", según los investigadores. Así pues, con la alimentación adecuada es posible dar un buen impulso al metabolismo cerebral sensible.
Jacka et al., A randomised controlled trial of dietary improvement for adults with major depression (the SMILES trial), BMC Medicine (2017) 15:23